Aquí, nos centramos en la manifestación, que es el problema, no en su origen.
Es decir, si cuando nos cruzamos o encontramos con ciertas personas, se nos despiertan solamente sensaciones y emociones desagradables (enojo, ira, malestar, etc.): ¿qué es más importante? encontrar el origen? o encontrar la paz?
Si se opta por la segunda opción, esta no excluye la posibilidad de realizar otros procesos para ir en busca del porqué esas sensaciones están instaladas allí como respuesta automática.
Entonces, se busca las palabras que servirán como "oración" para pedir la limpieza de memorias que dan origen a lo negativo. Luego de ello, se recita el mantra que hará posible el proceso de limpieza.
La Liberación
Una vez identificado el problema, se enuncia una frase que colaborará en la limpieza de las memorias que se encuentran en nuestro inconsciente y que no permiten que las energías fluyan en nosotros de manera pacífica o armoniosa.
Limpiar una memoria no es sinónimo de "olvido". Limpiar una memoria es algo parecido a pasar un plumero sobre una estantería. En este caso, es quitar los sentimientos y emociones que estancan la fluidez de emociones armoniosas que se encuentran depositados en una memoria o recuerdo ubicado en nuestro inconsciente. Ese recuerdo o memoria seguirá estando allí, pero ya no despertará esos sentimientos de dolor, enojo, ira, angustia, etc.
El proceso de liberación se produce ante la posibilidad de "resignificar" el recuerdo.
La frase y el mantra
Seleccionado el verbo, se procede a la manifestación de la frase de limpieza, por ejemplo: "Divinidad, limpia en mi aquellas memorias que me hacen sentir enojo en esta situación" sabiendo siempre que el acto de ejecutar el verbo es tarea de la Divinidad quien obra en la persona que lo pide.
Al tomar la total responsabilidad por lo presentado en ese momento para ser limpiado, se va ejercitando la capacidad de autonomía. Si soy capaz de responsabilizarme por lo bueno y lo malo presentado en mi vida como propio proceso de aprendizaje, puedo compartir sin ir señalando con el dedo acusador a quienes caminan el camino conmigo.
Seleccionado el verbo, se procede a la manifestación de la frase de limpieza:
"Divinidad, limpia en mi aquellas memorias que me hacen sentir enojo en esta situación".
El correcto enunciado de limpieza hará mucho más simple el proceso, por ello, siempre es ideal que las frases sean cortas y concretas, antes que complicadas y confusas.
También es recomendable realizar un pedido de limpieza a la vez, porque de ese modo, el Universo puede actuar en consecuencia. Muchas veces al realizar simultáneamente más de un pedido, se enuncian situaciones mínimamente contradictorias sin percatarse de ello el orador. Las instrucciones claras, traen resultados concretos.
Luego del enunciado de la frase liberadora, se procede al recitado del mantra: Lo siento, Perdón, te amo, Gracias.
Entonces, cada vez que digo:
Lo siento: me digo a mí que no fue mi intención colocar esa memoria allí, donde se encuentra.
Perdón: me pido perdón por el daño que esa memoria me causa.
Te amo: me comunico directamente con la Divinidad, que es el Puro Amor y vibro con ese Amor, en ese Amor, haciendo que lo negativo transmute en Pura Luz.
Gracias: doy por hecho que aquello que pido está siendo obrado en mi vida.
En consecuencia, ante cualquier situación que ya no deseemos en nuestra vida, recordemos que unas sencillas palabras pueden cambiar nuestra forma de actuar y ver el pesar de ese momento. Cada vez que decimos estas palabras (lo siento, perdón, te amo, gracias), nos entregamos verdaderamente a la Consciencia Creadora y su Capacidad Ilimitada para resolverlo TODO. Es solamente confiar que Lo Mejor, se está manifestando en nuestra vida.
LO SIENTO, PERDÓN, TE AMO, GRACIAS!
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